Estamos viviendo una época de cambios rápidos, los nuevos desafíos
atentan seriamente sobre la supervivencia de las organizaciones, nuevos
competidores externos, movilización de capitales, dificultad para retener al
talento humano y tecnologías cambiantes son elementos que obligan a las
personas que llevan las riendas de las firmas a estar preparadas para el cambio
y no solo a eso sino a tener la habilidad de motivar a su gente para alcanzar
la renovación continua.
La Gestión del cambio comienza con el cambio de la forma de pensar y ver
la organización por parte de la dirección de la empresa, si esto no sucede es
muy difícil que se pueda inculcar al resto de trabajadores de la misma.
Si no usas tu sabiduría para
crear cambios positivos, sigues siendo parte del problema no de la solución
Abraham Maslow en su teoría de la Jerarquía de las
necesidades humanas, planteó que los seres humanos somos eternos buscadores de
seguridad, y cuando la encontramos nos aferramos a ella, representada en “algo”
(modelos, creencias) que asumimos como ciertos aunque sean falsos, pero que
serán ciertos en sus consecuencias.
“Aunque
sea falso en sus causas, es cierto en sus consecuencias”Teorema de Thomas
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Según mi opinión y experiencia profesional voy a citar tres
causas (en realidad podría señalar alguna más) que atan a las empresas con el
pasado y que las impide evolucionar hacia una dinámica de cambio que las
permita competir en una economía globalizada como la actual:
· La estructura
piramidal intocable y paquidérmica, cuando el nuevo paradigma nos indica
(teoría holandesa) que si la estrategia de servicio cambia, el organigrama debe
cambiar, porque el organigrama es un medio y no un fin en sí mismo.
“La
estructura sigue a la estrategia” dicen los holandeses
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· Las series en los
puestos (Directivo feudal 1, Directivo feudal 2, Directivo feudal 3) atentando contra el trabajo
en equipo y la solidaridad laboral, ya que ese sistema perverso de redactar las
clases de puestos en forma fraccionada “educa” a la persona a ser egoísta, en
contrasentido con la definición de la palabra “trabajo”: esfuerzo cooperativo
entre personas para lograr objetivos y metas en condiciones de eficiencia y
eficacia, con recursos escasos para necesidades crecientes.
No nos quejemos
entonces de la conducta del personal, porque muchas veces la misma es producto
del propio sistema.
¿Porqué perjudicamos a
personas en concreto? De las cuales la empresa conoce su valía, personas que
destacan por encima de la media, y que aportan valor y conocimiento a las
organizaciones. Porque dejamos que la envidia de los mediocres oscurezca el
talento de los validos.
· Jefes no rotativos, escogidos a dedo, invalidos para los puestos seleccionados, enclavados en el mismo puesto por períodos tan largos, que comienzan a ver todo
normal, al extremo de que ya no ven nada, ya que lo normal es intrascendente al
intelecto.
¿Es normal que todo
caiga hacia abajo?, hasta que Isaac Newton se preguntó ¿por qué? y descubrió
la Ley de la Gravedad
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El modelo alemán
–confirmado por los japoneses- plantea períodos rotativos de no más de ocho años en
posiciones homólogas, considerando que ese es el tiempo máximo en que una
Jefatura mantiene capacidad innovadora, y si la única constante es el cambio
constante, el sistema organizativo debería propiciar la actitud de cambio.
Dicho
esto concluyo este post indicando lo importante que es el cambio en las
organizaciones partiendo de la dirección de la misma para luego ser aplicada
por todos los estamentos de la empresa.
Cuando las circunstancias cambian, yo cambio de opinión.
¿Usted que hace?
John
Maynard Keynes (1883-1946) Economista inglés.
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